Desgarrando mi corazón
miércoles, 20 de abril de 2011
Estoy paralizada. Las malas situaciones en mi vida siempre me paralizan, pero ese negro es el que me empuja a escribir. Pero esto último parece haber cambiado. Ya no hay nada sobre lo que escribir. Ahora la hoja en blanco no se llena de latidos, y se queda tal y como empieza, blanca. Así que, es hora de acabar con esto. No para siempre, eso está claro. Pero si que cuando vuelva empezaré de cero en otro lugar así que quien quiera saber algo de mí: lanovelademivida@hotmail.es. Si queréis saber cuando y a donde vuelvo os informaré cuando yo misma lo sepa por correo.
domingo, 20 de marzo de 2011
Mi corazón se ha quedado seco entre los recuerdos. Los días pasan y a mi se me empieza a olvidar el sabor de tus besos. El reloj sigue avanzando mientras yo paro las balas de los recuerdos que quieren acabar conmigo. Lo he intentado todo para huir de ellos. He corrido, gastando todas mis fuerzas, las que tengo y las que saqué de ningún sitio, pero de nada ha servido. Tu olor es más rápido que los pasos que mis piernas son capaces de dar. Tu recuerdo tiene un veneno que se queda en el aire para perseguirme a donde vaya. No consigo olvidarlo, olvidar todos los momentos, olvidar(te). Las noches son asfixiantes entre unas sábanas que te echan de menos, que me piden a gritos cada parte de tu cuerpo. El insomnio ha llegado a mí y las horas corren, pero entre ellas me dejan una sequía en los ojos que me va a dejar ciega de dolor. Quizás ya lo estoy, quizás por esa la vida se pinto de gris el día que te marchaste. La vida se me escapa y me deja un sabor amargo imposible de soportar. Y no consigo dar un maldito paso más. Porque solo veo los momentos que viví contigo. Si es que has sido lo mejor que me ha pasado en la vida. Y te fuiste. Y ya los amaneceres no brillan, y los anocheceres no gimen de placer. El mar se lleva consigo las sonrisas de los buenos momentos y entre la arena se quedan marchitados todos los sueños que se quedaron a medias. Y mi cuerpo se consume bajo esta vida que no me aporta ninguna de las sorpresas que yo esperaba de ti. Y los detalles que siempre te pedí que no tuvieras, se fueron a tu vera y mi ilusión se perdió tras tus pasos. Y yo me quede en todo aquello y ahora me miro en el espejo y… no veo nada, no hay nada detrás de estos ojos que solo son capaces de verte a ti, de observar tu huida. Que los días siguen pasando y yo, yo ya estoy muerta sin ti.
lunes, 7 de marzo de 2011
He llegado a romper incluso las promesas que me hice a mi misma. Me he dejado llevar y he salido perdiendo, aunque por el camino mi mundo ha estado dibujado de sonrisas. He perdido a quien me importo, y he ganado a quien nunca imagine conocer. Me he perdonado cosas imperdonables y me he permitido recordar momentos que no han llegado a ocurrir. He soñado sin limites a pesar de las nubes grises que había sobre mi cabeza, y el sol ha aparecido incluso cuando parecía imposible. Y ahora me encuentro aquí, recordando lo que si ha pasado en una noche que rompió todos los esquemas, de lo bueno y lo malo. Sobrepase todos los limites posibles y me falle a mi misma, pero junto a quien ahora es importante sonreí, y junto a quien no conocía también. Una noche de confusiones y contradicciones, demasiados momentos que olvidar, pero otros tantos que me guardo en la memoria. Con más alcohol de la cuenta, fumando cigarrillos que no me pertenecían, con la sonrisa en la cara, y las ganas de vomitar en mi estomago, paso. Paso todo lo que tenía que pasar. Y lo que no. Y las consecuencias… las consecuencias se quedan en los domingos de resaca, y hoy, un lunes de fiesta me limito a recordar lo que merece la pena ser recordado.
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